Un entorno y una montaña paradisiacos, una raza de vacas autóctona perfectamente adaptada al medio, unos animales que viven en total libertad la mayor parte del año, un ciclo trashumante tradicional y unos terneros que viven con sus madres hasta los seis o siete meses; reunimos todas las condiciones para producir una carne de la máxima calidad. Estas condiciones especiales nos animaron a inscribirnos en los registros de la agricultura y ganadería ecológicas, esto supone : no a los abonos químicos, no a herbicidas ni sulfatos, si a la rotación de cultivos, si a los abonos verdes. En ganadería, no a las estabulaciones intensivas, no a los tratamientos masivos con antibióticos.
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